lunes, 26 de agosto de 2013

Al Abandono (del sueño)

En mi pequeñez me dijeron que los sueños sí se cumplen, que los sueños mueren solo si el soñador muere.Tantos sueños me metían que alguna vez me pregunté ¿en lugar de vivir no estaré soñando?.

Inesperado el momento de la desilusión, mis vísceras crujieron de dolor ante la desazón y clamando, como si estuviera en la cruz, mi alma entre sollozos, al ver que mi sueño había decidido abandonarme, olvidado el sentir al oír ese “adiós”. Y una vez más ¿en lugar de vivir no estaré soñando?, pero este sueño se tornó pesadilla, y, es que, las pesadillas también son sueños, que desagradan y asustan, pero, sueños al fin y al cabo.

¿A cuántos les habrá tocado ser abandonados por sus sueños?, no creo, ni quiero, ser el único, tampoco no es cosa del otro mundo que se te cruce tal majadería de pregunta, ante la desdicha. Hallado culpable mi ser y ahora, en escarmiento, una pesadilla ha de encarnar, un mal sueño que acarrea el sangrar por los ojos y que la bilis discurre por las venas, sintiendo el martirio de las consecuencias. Y entonces ahora ya no me lo pregunté, sino que lo quise afirmar, ¿en lugar de vivir no estaré soñando? (no lo logré).

Ya hasta me duelen los sueños, duelen a mansalva, como espinas clavadas en la espalda, tan profundas, que se agrieta la columna vertebral, tan intensas que se disipa la médula espinal.

Lo sueños solo mueren cuando el soñador muere, siempre y cuando el sueño no te abandone y te de insomnio de vida, sueño muerto, sueño en vida, y si ¿en lugar de vivir no estamos soñando?. Quisiera que fuese así, pero lo cierto es que he sido abandonado, a la intemperie, por mi propio sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario