Maldito

Soy una mala persona
Que a donde va
Hace mucho daño.

Con mentiras y promesas
Sin intención de ofenderlas
Las termino quebrando
Y rompo de tanto en tanto
Las lágrimas de seda
De los monunentos que creo.

Soy una mala persona
que no le interesa lo de otros
Que no habla de si
Manipulador de emociones
Asesino de sueños
Genocida de ilusiones.

Notas De(s)madrugadas

                I
En esta profunda madrugada
he cantado tu nombre
en tono de balada
en homenaje a tu beldad
sempiterna, musa enamoradiza.
               II
Bajo la embriaguez de tu
presencia
imaginé las más grandes
displicencias
y en la borrachera
recordé
que desgracias hay,
viviré.
               III
Mordaz tu cuerpo
dama locuaz
que sin aliento
me has de dejar.

Ojos de Dolor

Tu mirada, aunque cansada

no deja de brillar

como el sol en la alborada

tan radiante, que

despierta

a todo aquel que madruga.

Tienes ese veneno manipulador

en esos tus ojos 

ojos que embriagan al verlos

como si estuviesen cargados

del más puro y fuerte

alcohol etílico latente.

Con la simple vista 

cual un dios o mutante

matas a la gente

de impresión, de dolor

o del más impuro amor, 

con esas tus pupilas

las que brillan

y enloquecen hasta

al más loco de los cuerdos.

Solo tienes que fijar

esos globos oculares 

en tu víctima 

sin contemplaciones,

y caiga

como esclavo a tus pies.

Qué se puede hacer

si la carne de tus ojos

tiene el antídoto mortal

que somete a todos

y los hace perecer

en el lecho mundanal.

Miserable, estoy.

Cuan miserable puede llegar a ser uno
que mientras todos piden la vida
yo pido la muerte.

Quiero que mi alma te lleves
desaparecer de este mundo plagado
de deshumanización y dolor
donde reina el desamor.

Cuan miserable es mi vida
que mientras unos sufren por riquezas
enfermedades y otros males
yo sufro por una desgracia llamada amor.

El pilar de la humanidad
es esa palabra
pero esta gente está tan apartada
que ya no tiene ni importancia.

Cuan miserable es la humanidad
que sufre por su egoísmo
ególatras malditos
que otros sufrimos por el dolor ajeno
que no debería importarnos
pero que pasa, somos humanos,
humanos entre tanto deshumanizado.

Literatura es...

Para los (des)entendidos y (des)encajados, para los escépticos de la vida, para los que ven la luz brillar al final del sendero. No es por amargura, si por pesimismo, porque ser pesimista es estar descontento con lo que se ve a diario. Literatura no es escribir babosadas que te pasan, ni las imbecilidades que se te ocurren al ver a un perrito muerto en la carretera, ni lo que filosofas cuando estás en el baño leyendo artículos de revistas (especializadas) de literatura, con biografías de escritores. Literatura no es caminar por el centro de la ciudad y tomar fotos a la arquitectura colonial, ni mucho menos, regodearse que caminaste desde Quilca hasta Amazonas en busca de libros de poemas de Mallarme. Literatura no es creerte el Lobo Estepario, literatura no es dársela de un poeta maldito, adorar a Bukowski y tener en un pedestal a Albert Camus.
Literatura es romper el pedestal e introducir esos trozos de Camus en tu cuerpo, literatura es embriagarte, como lo hacía Bukowski, pero con sus letras, literatura es ser el centro de la ciudad y vivir en ella, sentirla, tirarte en sus calles, echarte en sus basuras y arrojar tu sangre a la gente (normal). Literatura es escribir sobre tus temores, tus odios y desamores. Plasmar lo que te agobia, lo que no te deja dormir, con lo que no puedes vivir, en letras, tan profundas, que merecen la pena ser vistas por alguien, no por todos, solo por algunos.

Hoy

Hoy te llame
Quería saber de ti
Conversar con vos
Como lo hacíamos cada mañana
Antes de que sea un extraño
Para ti.

Hoy te vi
Y no pude evitar llorar
Mi corazón no soportó
Una vez más
Tanto dolor
Que lastima este miserable ser
Al observar tu felicidad
Al plañir por su desdicha.

Hoy te hablé
Y me ignoraste
Como hacen los santos
Ante el pedido de sus fieles.

Hoy quise decirte
Lo mucho que te extraño
Que no soporto tu indiferencia
Que mi alma
Un alma en pena
Por tu desprecio.

Creo Imperfección

Creí ser el hombre perfecto para ti

me veía a tu lado

no me imaginaba a otro

contigo

           riendo

                    alejada 

pero me devolviste a mi imperfección

cuando con otro empezaste a andar

y comenzaste a tratar

al igual

o mejor que a mí.

Caí en el vacío

de la desolación pasional

y me sentía una alma mundanal

que en su herejía 

debía alojarse

para esperar la muerte, a su fin.

Ahora veo la felicidad 

en ti y

en esa persona a la que haces feliz

quizás yo no merecía tanto de ti

ni merezco tanto de nadie.

Me creía tan perfecto para ti

que soñaba ser un ángel

y que te llevaba al cielo

a conocer el universo,

pero ahora caí en mi imperfección

dolorosa

             verdadera

                            desgarradora

que me hizo dar cuenta

de tu imperfección

                           tu error

                                       tu juego

que me puso mal, que me hizo bien.